Francisco Franco, un señor que tenía el culo blanco según una canción popular, y un hijoputa con todas sus letras según los que tienen ojos en la cara, murieron hace exactamente 34 años. Hay que recordarlo para que no nos olvidemos de quién es, y para que cuando alguien nos diga que no fue tan malo, nos lo tomemos como un chiste. O sea, que los distintos políticos del PP que no condenan el franquismo ni le quitan al Generalísimo los distintos honores que él mismo se otorgó (así cualquiera los consigue) tienen que ser todos unos cachondos. O eso, o unos hijoputas también.
Y no hay mucho más que decir. Que esperamos que siga enterrado y que el día en que los fallecidos empiecen a andar por las calles transformados en muertos vivientes, Paquito no pueda salir de su majestuosa tumba porque está enterrado a mucha profundidad. Que esperamos que lo esté viendo todo desde alguna parte y se tire de los (pocos) pelos cada vez que contemple una boda gay. Y, por supuesto, que esperamos que esos señores trajeados que dicen ser de un partido que defiende la moral y las buenas costumbres condenen de una vez por todas una costumbre tan mala como la que tenía Franco, que era matar gente. Por pedir que no quede. COMENTARIO: Españoles.....disfrutad de la Democracia hijos míos y dejad que los del PP. O sea mis herederos sigan robando y explotando a los de siempre en el nombre de Dios.... Dios!!!! Cuanta cara dura e hipocresía puaggggggggg hasta a mi me repatea. Firmado El Caudillo.LA RECORTA.
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