20111128
Los técnicos de Hacienda lo confirman: el 'Gordo' de la Lotería de Navidad no paga impuestos
"Aunque se obtiene una renta (tras ganar un premio de la Lotería de Navidad), esa renta se declara exenta en el IRPF y si fuera una sociedad cuyos administradores hubieran comprado a nombre de esa sociedad una participación, si el premio entra en la cuenta de la sociedad, tampoco tributaría en el impuesto de sociedades", según explica Mollineado.
Esto es así no sólo en el caso de la Lotería de Navidad sino también para todos los premios de las loterías y apuestas organizadas por Loterías y Apuestas del Estado y por las Comunidades Autónomas, así como de los sorteos organizados por la Cruz Roja Española y por la Organización Nacional de Ciegos, según la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
Es decir, en el caso de que uno de los premiados deposite en una cuenta bancaria el dinero del premio, los intereses que genere ese capital estarán sujetos al IRPF. "Son los intereses que se generan los que no están exentos", subraya. Estos intereses, a diferencia de lo que ocurre con los premios que se obtienen en los concursos de la televisión o en cualquier otra rifa, tributan a la tarifa de la renta del ahorro.
Esa es la gran ventaja de los premios de la lotería en comparación con los premios que se pueden recibir en un concurso de la televisión, que al no estar exentos, desde un primer momento tributan al tipo general, por lo que, "si es un premio importante, de por ejemplo 300.000 euros, va a ir al tipo marginal máximo, en torno a un 40 por ciento del premio que han obtenido".
Antiguamente, esto provocaba que en algunos casos, afortunados que se habían alzado vencedores en concursos de la televisión, y que ganaban, por ejemplo, un coche, lo malvendían para pagar deudas y, entre el valor que había perdido el coche al venderlo rápido y lo que Hacienda les reclamaba, que podía ser la mitad del premio, podían quedarse sin ninguna ganancia. "Lo comido por lo servido", según recuerda Mollineado.
Actualmente, para evitar esto, las empresas grandes, como las cadenas de televisión, hacen una retención en el origen e informan a las personas agraciadas de que el premio está sujeto a impuestos, de manera que los ganadores ya saben con qué parte del premio que les toque se van a quedar. "De esa manera has pagado una parte del premio y no te llevas la sorpresa de que te falta una gran parte por pagar", indica.
En cuanto a los premios pequeños como los que se reparten en rifas de pueblo o asociaciones, en teoría tampoco están exentos y deberían tributar, pero en la práctica "no los declara nadie y tampoco se persigue porque no tiene entidad", según reconoce el secretario general de los Técnicos del Ministerio de Hacienda.
Los fraudes con la 'suerte' en Navidad
Los fraudes con la lotería de Navidad se popularizaron con el 'boom' inmobiliario Por ejemplo, a una persona que haya ganado 300.000 euros en la Lotería de Navidad se le puede llegar a ofrecer 350.000 por el billete y a la persona de la entidad bancaria que ha hecho la gestión otros 25.000 euros de comisión. Si acepta, el propietario del billete se queda sin cobrar el premio, pero recibe más dinero, mientras que la persona que compra el billete ha conseguido blanquear 300.000 euros que puede justificar diciendo que le ha tocado la lotería.
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