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Conmoción social por el suicidio de un vecino parado tres años y desahuciado

Un estucador de 45 años se quita la vida tras pedir ayuda a los Servicios Sociales y quedarse sin recursos para mantener a su familia 

01.03.13 - 01:16 - 

ANTONIO LÓPEZ anlopez@laverdad.es | CARTAGENA. G. S. besó primero a su mujer y, después, a su hijo de tres años. En silencio se despidió de ellos antes de subir a la terraza de la casa en la que vivía de prestado y quitarse la vida. Ocurrió el martes al amanecer, en una vivienda de la barriada Cuatro Santos. Tenía 45 años de edad, estaba parado desde hacía más de tres y desahuciado de su vivienda hace uno. Ya no podía aguantar más la situación de agobio económico en la que vivía. El último intento de salvar su situación lo hizo la semana pasada al acudir a los Servicios Sociales del Ayuntamiento para pedir ayuda, pero se la denegaron, según denunció la Plataforma de Parados de Cartagena en un comunicado. Este colectivo denunció que los técnicos municipales se limitaron a decirle, más o menos: «Como ustedes están muchos españoles».

Su desesperación al no encontrar trabajo, al no poder pagar sus deudas con el banco y al no poder mantener a su familia fue el desencadenante que provocó, siempre según los testimonios recabados por este diario entre sus vecinos, que este hombre se quitara la vida. G.S. tenía también dos hijos mayores de edad de un primer matrimonio.

La víctima no recibía ayuda ni prestación alguna por parte de las administraciones públicas, porque las había agotado. Tras ser desahuciado de un domicilio del casco antiguo, se refugió en la casa de la abuela de su actual esposa. Allí vivían de la ayuda que recibían de Caritas Diocesana de la iglesia del barrio, de la generosidad de algunos vecinos y de la escasa pensión que percibía la anciana, que además era dependiente y recibía la atención de una cuidadora.

Sin dinero para el entierro

La situación económica de la familia es tan paupérrima que la Concejalía de Atención Social tuvo que hacerse cargo de los gastos del entierro, el miércoles por la mañana.

Según relataron los vecinos de la calle Guadalajara de la barriada Cuatro Santos, el hombre se suicidó casi madrugada en una habitación de la terraza de la vivienda. G. S. se levantó muy temprano y le dijo a su esposa que iba a echarle de comer a un perro. Tras despedirse de ella y de su hijo con un beso, subió y se quitó la vida.

La mujer se despertó sobre las siete y media de la mañana y, extrañada de que él no estuviera en la cama, fue a buscarlo. Subió a la primera planta y por una ventana semiabierta lo vio colgado del techo de un pequeño cuarto. Nerviosa y al no poder abrir la puerta, ya que había sido cerrada por dentro, bajó a la calle y pidió ayuda a los vecinos, que alertados por los gritos salieron y avisaron, a su vez, a la Policía Local y al Centro de Coordinación de Emergencias. Fueron los propios agentes los que consiguieron abrir la habitación.



COMENTARIO: Como todos los días nos levantamos con alguna noticia dolorosa y hoy tengo la mala noticia que comunicar en mi bloc, una vez mas una persona se ha quitado la vida por culpa del desahucio, esa palabra que el pp. a prohibido pronunciar a sus compañeros de partido, una muerte más a las espaldas de un gobierno que sola mente mira por sus intereses propios, sin resorber los de los ciudadanos, que les botaron, es bochornoso,es inhumano,indecente…y no se me acabaran las las calificaciones,máxime cuando la víctima pidió al ayuntamiento de sociedad ayuda,por que no podía mas aguantar su situación de desesperación y se la negaron malditos políticos ¿asta cuando esta sangría será necesaria para acabar con esta con los desahucios?LA RECORTA.

 


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