Una muela de 25 millones de años une a simios y primates
Publicado: 15 mayo 2013 | 21:38 GMT Última actualización: 15 mayo 2013
Paleontólogos de varios países han descubierto
el fósil de una muela de hace más de 25 millones de años que es crucial para
entender cómo se separaron genéticamente los monos y los simios, publica hoy la
revista científica 'Nature'.
La muela, en muy buen estado de
conservación, fue hallada en Tanzania, África, durante una excavación realizada
entre 2011 y 2012, y ahora los resultados de los análisis revelan que se trata
de los restos más antiguos que se conocen de un miembro de los primeros
primates, según la publicación.
Monos y simios, de los que descienden los humanos, pertenecieron en su origen a
la misma familia genética de primates, los catirrinos, que hacia el final del
Oligoceno (posterior al Paleoceno) sufrieron una evolución genética que les
separó para siempre. De esta división surgieron los monos del Viejo Mundo (babuinos y macacos) y los monos
del Nuevo Mundo (los simios).
El nuevo descubrimiento es importante porque, hasta ahora, la
fecha en la que esa evolución se produjo era todo un misterio, aunque se calculaba
que pudo haber tenido lugar hace 25 o 30 millones de años. La muela hallada
confirma esta franja temporal, situándola en aproximadamente 25,2 millones de
años.
Además de la muela, en la excavación tanzana los investigadores encontraron
restos de la mandíbula de un simio que les permitirá estudiar la hipótesis de
que en ese entorno se produjera lo que los científicos llaman "un
Paleoceno tardío".
Asimismo, destaca la publicación, el descubrimiento ha sorprendido a los
paleontólogos no solo porque resulta extraordinario haber hallado un fósil
intacto tan antiguo, sino también por las características del relieve de esta
zona de África, poco propicias para la conservación de fósiles.
COMENTARIO: Gacias halos adelantos y técnicas que en
el pasado los científicos no tenían, hoy día se descubren más cosas que antaño
nos hubieran parecido, ciencia ficción. Ya está demostrado (a través de
estudios antropológicos y genéticos) que los seres humanos descendemos de los
monos. Antiguamente, la Iglesia combatió con violencia estas afirmaciones
científicas, pero dado el enorme cúmulo de evidencia (cada vez mayor) tuvo que
reconocer esto y muchas otras cosas que antaño combatía.LA RECORTA.
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